martes, 12 de junio de 2012

CONCLUSIONES

Dada la complejidad del lupus eritematoso sistémico y su amplia gama de manifestaciones clínicas representa un reto para el clínico el reconocer esta entidad pues comparte con otras entidades tales manifestaciones. Es preciso recordarle al clínico la epidemiología de la enfermedad que afecta en su mayoría a mujeres independientemente de la raza; el diagnóstico ha de estar siempre entre las posibilidades más aún cuando luego de pruebas no se llega a un diagnóstico determinado. El LES es una enfermedad sobrellevable, siempre y cuando se lleven unas medidas básica: - Establezca una buena relación médico-paciente, esto hará más fácil el tratamiento, se lograrán dilucidar preguntas sobre la enfermedad evitando incurrir en mitos. - Tome su medicación tal como se la recete su médico, esto evitará recaidas y contribuirá a su aprendizaje de la enfermedad y a su propio conocimiento de mejoría. - Mantenga una actividad física constante, esto contribuirá al fortalecimiento de las articulaciones y disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular - Evite exposiciones excesivas al sol, esto evita la exacerbación de las manifestaciones cutáneas y por tanto posible complicaciones
http://www.chospab.es/biblioteca/libros/GUIA_LUPUS_ERITOMASO.pdf

COMPLICACIONES DEL LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO

lupus eritematoso sistémico

domingo, 11 de marzo de 2012

¿Sabias que el 10 de mayo es el día mundial del Lupus?

HISTORIA DEL LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO

La historia del lupus eritematoso se puede dividir en tres periodos: el clásico, el neoclásico y el moderno.

El periodo clásico comienza cuando la enfermedad fue reconocida por primera vez en la Edad Media y se vio la descripción de la manifestación dermatológica de la enfermedad. El término lupus se atribuye al médico del siglo XII Rogerius, quién lo utilizó para describir el eritema malar clásico.
El periodo neoclásico se anunció con el reconocimiento de Móric Kaposi en 1872 de la manifestación sistémica de la enfermedad. El periodo moderno empieza en 1948 con el descubrimiento de las células del lupus eritematoso y se caracteriza por los avances en nuestro conocimiento de la fisiología patológica y las características clínicas y de laboratorio de la enfermedad, así como los avances en el tratamiento.

La medicación útil para la enfermedad fue descubierta por primera vez en 1894, cuando se divulgó por vez primera que la quinina era una terapia efectiva. Cuatro años después, el uso de salicilatos en conjunción con la quinina demostró ser todavía más beneficioso. Este fue el mejor tratamiento disponible para los pacientes hasta mediados del siglo veinte cuando Philip Showalter Hench descubrió la eficacia de los corticoesteroides en el tratamiento del lupus eritematoso sistémico.
A pesar de los efectos beneficiosos que presentó el uso de corticoesteroides, se presentaron casos en los que dicha medicación causó mas daño que beneficio.

En Latinoamérica se comenzó a descubrir el LES a partir de un estudio a 23 momias de la cultura de Huari del Perú, una de esas momias era una niña de 14 años con una talla de 130cm. Este caso de acuerdo a los estudios probablemente sería el primer caso de Lupus en nuestro continente. Aún no se sabe de donde vino el LES ni adonde va, no se sabe porque ataca y tampoco se sabe como derrotarlo, es difícil de diagnosticar pues los síntomas pueden ir y venir y a menudo se asemejan a otras enfermedades. Hace unos 25 años los enfermos con LES a los 5 años de diagnosticados oscilaban entre un 50 y un 60%, el lupus se considera una enfermedad crónica la inmensa mayoría que ha oído hablar de esta enfermedad es grave, de evolución fatal y que no posee tratamiento eficaz sin embargo estas personas hoy en día llevan una vida normal, aunque sigue presentando una elevada morbilidad que requiere un seguimiento cercano. Hoy en día la sufren más de cinco millones de personas en todo el mundo y la edad de los afectados va de los 15 a los 45 años. Actualmente la supervivencia actual de las personas que padecen de LES alcanza un 90% a los veinte años del diagnóstico de la enfermedad.